Para la
semana cultural que voy a realizar me he decantado por elegir al autor Juan
Ramón Jiménez como protagonista.
La razón
por la que le he escogido ha sido que se le considera uno de los más grandes
artistas que nos ha dado la poesía española y quizá muchas veces se vea
eclipsado por otros autores más conocidos como, por ejemplo, Antonio Machado.
Resulta
especialmente interesante dentro de todo su trabajo la obra Platero y yo, que, a pesar de haberse
concebido como una obra para adultos, es bien recibida por los niños.
La
semana cultural estará dirigida al tercer ciclo de primaria, concretamente al sexto curso. El objetivo es
motivar a los alumnos a mostrar interés por el autor y su obra, así como
adquirir gusto por ella. De esta forma, la semana se organizará de la siguiente manera:
Lunes
Este día
se dedica a presentar el poeta a los alumnos.
Es mejor
que los alumnos desde un principio se impliquen en las actividades, de modo que
lo primero que se hace es llevar a los niños a la sala de informática para que
busquen cualquier tipo de información sobre el poeta y la vayan apuntando. La
composición de los niños a la hora de realizarlo variará según la
disponibilidad de los ordenadores. Siempre que se pueda se realizará de forma
individual, pero si no se da el caso se hará en grupos pequeños (mejor si son
únicamente de dos personas).
Tras
esto, una vez que se esté de vuelta en clase, se les hará una ronda de
preguntas sobre Juan Ramón Jiménez:
-¿Cuándo
nació?
-¿En qué
lugar nació?
-¿Dónde y
qué estudió?
-¿Qué
estudió en Sevilla? ¿En qué año?
-¿Qué
ocurrió en el año 1900?
-¿Cuál
es su obra más conocida? ¿Cuándo la publicó?
-¿Quién
es el protagonista de Platero y yo?
-¿Creéis
que Platero existió de verdad?
-¿Cuándo
y dónde se casó?
-¿Qué
importante premio internacional ganó? ¿En qué año?
-¿Cuándo
y donde murió?
Como se
puede apreciar, las preguntas se hacen en un orden cronológico y buscan la
respuesta a eventos importantes de la vida de Juan Ramón Jiménez y su obra más
famosa, Platero y yo.
Posteriormente
se realizará un mural que contenga todas las respuestas y alguna aportación más
hecha por los niños que quieran (más datos, alguna imagen…). Este mural puede
ir ampliándose diariamente con dichas aportaciones.
Martes
Este día
se centrará en la obra cumbre de Juan Ramón Jiménez: Platero y yo.
Para
empezar, el profesor preguntará qué saben de esta obra a sus alumnos tras las
investigaciones del día anterior. Después se continuará, leyendo los primeros capítulos
en clase. Son cortos, así que no llevará tanto tiempo como parece. Creo que es
aconsejable, además, entretenerse especialmente con la lectura del primer
capítulo, que nos presenta a Platero y es de los más destacables de la obra. El
capítulo es el siguiente:
Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diríatodo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.
Lo dejo suelto, y se va al prado, y acaricia activamente con su hocico, rozándolas apeas, las florecillas rosas, celestes y gualdas. Lo llamo dulcemente: ¿Platero? y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe en no sé qué cascabeleo ideal...
Come cuanto le doy . Le gustan las naranjas mandarinas, las uvas moscateles, todas de ámbar_; los higos dorados, con su cristalina gotita de miel...
Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña...; pero fuerte y seco por dentro como de piedra. Cuando paseo sobre él, los domingos, por las últimas callejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos, se quedan mirándolo:
- Tien' asero...
Tiene acero. Acero y plata de luna, al mismo tiempo.
Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diríatodo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.
Lo dejo suelto, y se va al prado, y acaricia activamente con su hocico, rozándolas apeas, las florecillas rosas, celestes y gualdas. Lo llamo dulcemente: ¿Platero? y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe en no sé qué cascabeleo ideal...
Come cuanto le doy . Le gustan las naranjas mandarinas, las uvas moscateles, todas de ámbar_; los higos dorados, con su cristalina gotita de miel...
Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña...; pero fuerte y seco por dentro como de piedra. Cuando paseo sobre él, los domingos, por las últimas callejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos, se quedan mirándolo:
- Tien' asero...
Tiene acero. Acero y plata de luna, al mismo tiempo.
A
continuación se propondrá una actividad a los alumnos: la historia volante.
Cada uno podrá escribir su propia versión de Platero a su gusto. La actividad consiste
en que el niño escriba una o dos frases en un papel y, cuando termine, le lance
el papel doblado a otro compañero, que continuará la historia con una o dos
frases también. Esta acción se puede repetir las veces que se quiera.
Cuando
los niños terminen, leerán cada uno la historia que han acabado. Después la
clase elegirá al mejor y lo colgará en el mural que se realizó el día anterior.
Miércoles
Este día
se dedicará a la faceta poética de Juan Ramón Jiménez.
Se
realizarán una serie de actividades sobre un conjunto de poesías ya elegidas.
Las
poesías seleccionadas son las siguientes:
LLUVIA DE OTOÑO
(Llueve, llueve dulcemente...)
... El agua lava la yedra;
rompe el agua verdinegra;
el agua lava la piedra...
Y en mi corazón ardiente,
llueve, llueve dulcemente
Esté el horizonte triste;
¿el paisaje ya no existe?;
un día rosa persiste
en el pálido poniente...
Llueve, llueve dulcemente.
Mi frente cae en mi mano
¡Ni una mujer, ni un hermano!
¡Mi juventud pasa en vano!
-- Mi mano deja mi frente... --
¡Llueve, llueve dulcemente!
¡Tarde, llueve; tarde, llora;
que, aunque hubiera un sol de aurora
no llegará mi hora
luminosa y floreciente!
¡Llueve, llora dulcemente!
(Llueve, llueve dulcemente...)
... El agua lava la yedra;
rompe el agua verdinegra;
el agua lava la piedra...
Y en mi corazón ardiente,
llueve, llueve dulcemente
Esté el horizonte triste;
¿el paisaje ya no existe?;
un día rosa persiste
en el pálido poniente...
Llueve, llueve dulcemente.
Mi frente cae en mi mano
¡Ni una mujer, ni un hermano!
¡Mi juventud pasa en vano!
-- Mi mano deja mi frente... --
¡Llueve, llueve dulcemente!
¡Tarde, llueve; tarde, llora;
que, aunque hubiera un sol de aurora
no llegará mi hora
luminosa y floreciente!
¡Llueve, llora dulcemente!
ANTEPRIMAVERA
Llueve sobre el río...
El agua estremese
los fragantes juncos
de la orilla verde...
¡Ay, qué ansioso olor
a pétalo frío!
Llueve sobre el río...
Mi barca parece
mi sueño, en un vago
mundo. ¡Orilla verde!
¡Ay, barca sin junco!
¡Ay, corazón frío!
Llueve sobre el río...
Llueve sobre el río...
El agua estremese
los fragantes juncos
de la orilla verde...
¡Ay, qué ansioso olor
a pétalo frío!
Llueve sobre el río...
Mi barca parece
mi sueño, en un vago
mundo. ¡Orilla verde!
¡Ay, barca sin junco!
¡Ay, corazón frío!
Llueve sobre el río...
IBA TOCANDO MI FLAUTA
Iba tocando mi flauta
a lo largo de la orilla;
y la orilla era un reguero
de amarillas margaritas.
El campo cristaleaba
tras el temblor de la brisa;
para escucharme mejor
el agua se detenía.
Notas van y notas vienen,
la tarde fragante y lírica
iba, a compás de mi música,
dorando sus fantasías,
y a mi alrededor volaba,
en el agua y en la brisa,
un enjambre doble de
mariposas amarillas.
La ladera era de miel,
de oro encendido la viña,
de oro vago el raso leve
del jaral de flores níveas;
allá donde el claro arroyo
da en el río, se entreabría
un ocaso de esplendores
sobre el agua vespertina...
Mi flauta con sol lloraba
a lo largo de la orilla;
atrás quedaba un reguero
de amarillas margaritas...
Iba tocando mi flauta
a lo largo de la orilla;
y la orilla era un reguero
de amarillas margaritas.
El campo cristaleaba
tras el temblor de la brisa;
para escucharme mejor
el agua se detenía.
Notas van y notas vienen,
la tarde fragante y lírica
iba, a compás de mi música,
dorando sus fantasías,
y a mi alrededor volaba,
en el agua y en la brisa,
un enjambre doble de
mariposas amarillas.
La ladera era de miel,
de oro encendido la viña,
de oro vago el raso leve
del jaral de flores níveas;
allá donde el claro arroyo
da en el río, se entreabría
un ocaso de esplendores
sobre el agua vespertina...
Mi flauta con sol lloraba
a lo largo de la orilla;
atrás quedaba un reguero
de amarillas margaritas...
La
primera actividad a realizar se llama poemas robados. Consiste en utilizar
distintos versos de diferentes poemas para formar un poema nuevo. Se pueden
unir dos versos para formar uno completo o también añadir detalles como signos
de admiración, de exclamación o comas. Esta actividad estimula bastante la
creatividad poética de los niños. En nuestro caso, se repartirán aleatoriamente
recortes de los versos ya mencionados. Además, se realizará en pequeños grupos y se puede repetir cuantas veces se
quiera, pues se pueden formar poemas muy diferentes según cómo se organicen los
versos.
Otra
actividad bastante interesante que se puede realizar es poner una imagen a los poemas. Mediante esta actividad se pide a los alumnos que, sobre una cartulina, dibujen lo que les inspira alguno de los poemas anteriores. También deberán colorearlo y escribir un verso o más que les hayan parecido especialmente importantes o inspiradores.
Jueves
Para
este día me ha parecido interesante incluir el vídeo de una entrevista ficticia
a Juan Ramón Jiménez. En esta entrevista el personaje del autor tiene un gran
parecido al auténtico. En este vídeo los niños pueden descubrir al artista de
una forma más cercana y conocer su forma de ser y algunos detalles de su vida
(como por ejemplo, lugares relacionados con su vida o su relación con otros
autores) que pueden haberse obviado antes. La entrevista se centra la mayor
parte del tiempo en la obra Platero y yo.
A raíz
de esta actividad, se pedirá a los niños que redacten alguna pregunta que le
harían a Juan Ramón Jiménez y que, además, le escriban una carta en el que le
cuenten lo que han hecho, qué opinan de él y de sus obras, etc.
Viernes
Este día
se destinará a hacer una puesta en común con todos los alumnos: qué les ha
gustado más, qué cosas nuevas han aprendido, si les ha motivado…
Al ser
el último día, se dejará a cada alumno realizar una actividad libre inspirada
en el autor: dibujo de una portada de Platero
y yo, realización de alguna poesía o texto narrativo propio… Estas
actividades se intercambiarán entre los alumnos para que todos vean las
creaciones de sus compañeros. Todas estas actividades se recopilarán en un
único libro (dividido en categorías: ilustraciones, textos narrativos, poemas,
reflexiones…) del que la clase podrá disfrutar a su antojo: podrán llevárselo a
casa unos días, dejarlo en clase y leerlo durante el recreo o el tiempo libre,
prestárselo a alguien…
Perfecto. Me gusta que tu semana acabe con un libro realizado por todos.
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