jueves, 24 de enero de 2013

Reflexión personal (tema 5)


En este último bloque hemos trabajado la creación literaria en sus distintas variantes (verso, prosa y teatro).

En un principio, este no era un tema que me gustase especialmente, ya que me considero desde siempre muy poco creativo y realmente siempre me presentaba un problema escribir mis propios relatos, sobre todo en lo referente a la poesía. Sin embargo, he conseguido mejorar en este sentido y perderle el miedo a la creación literaria.

Personalmente, pienso que el trabajo que hemos ido realizando en clase ha sido sin lugar a dudas el  más entretenido de todos los bloques. A la vez que aprendíamos técnicas de composición, nos divertíamos bastante compartiendo entre todos nuestras creaciones (destacaron especialmente los libros que elaboramos cada uno, que tenían un gran nivel en general) y, por qué no decirlo, también aprovechamos todos los textos que hicimos cada uno para incluirlos en el blog, tanto para actividades obligatorias como para actividades voluntarias. Uno de los aspectos más positivos ha sido poder salir del género de la prosa para poder dedicarnos al resto, que siempre hemos tenido muy abandonados. El trabajo en clase se me ha durado muy poco, y es una pena que no le hayamos dedicado más tiempo porque ha sido muy interesante.

Destacaría la cantidad de cosas nuevas que he aprendido trabajando en clase (de forma práctica) y en el blog (búsqueda de información, sobre todo). Ha sido toda una sorpresa descubrir que en la poesía no hace falta rimar. Es más: hoy en día los grandes poetas, incluyendo ganadores de concursos nacionales, prefieren no rimar nunca. Del mismo modo, tampoco hace falta respetar una métrica determinada.

Es una pena no haber tenido la oportunidad de ver cómo se trabaja la creación literaria en mi colegio de prácticas, pues, al menos durante el tiempo en el que estuve allí, este aspecto de la literatura no se estudió.

Lo aprendido me ha abierto un mundo de posibilidades. El día en el que tenga a mi propia clase me gustaría probar estas diferentes técnicas y estimular así la creatividad e imaginación de mis alumnos sin excepción. Sinceramente, me hubiera gustado aprender la creación literaria a través de estas técnicas desde mi etapa en el colegio. Como ya he mencionado antes, me habría sentado genial haber trabajado así para aprender a crear sin ningún tapujo.

En conclusión, he acabado muy satisfecho con el trabajo de este bloque temático. He aprendido mucho y de una forma sorprendentemente entretenida. Ha cambiado mi percepción de la elaboración literaria.

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